domingo, octubre 04, 2009

" La Avena (Avena sativa) "


Es un cereal muy común que se cultiva en zonas templadas de todo el mundo. Esta planta tiene un tallo de 50-100 cm de altura y las hojas son alternas, lanceoladas y planas. Tiene una panícula con espigas de 2 cm de largo. El fruto es el cereal utilizado en todo el mundo como alimento. Planta realmente originaria de grecia que fue introducida en distintos continentes por los asiáticos.

Su semilla es alimenticia proporcionando calcio y sustancias minerales (Co, Cu, Fe, Mn, Zn)
Se emplea en el tratamiento nervioso y en el insomnio
Fortificante en caso de diabetes y dispepsias
Empleado en curas de desintoxicación del tabaco
Suaviza y tonifica la piel, utilizándose industrialmente en champús, jabones, cremas y lociones
Se utiliza mucho como materia prima para la alimentación de animales para aportar más nutrientes a la dieta.
Además de ser valiosa fuente de carbohidratos, vitaminas, minerales y proteínas, la avena ha demostrado gran utilidad para quienes sufren problemas digestivos, sobrepeso, diabetes o altos niveles de colesterol. Por si fuera poco, cuando se consume con leche se convierte en un desayuno ideal y bien equilibrado desde el punto de vista nutricional.
Documentos e investigaciones arqueológicas han demostrado que la avena (Avena sativa) es conocida desde tiempos muy remotos por el ser humano, pero también indican que no todas las culturas antiguas le daban el mismo valor; unas le tenían gran estima por su adaptabilidad a climas adversos y su utilidad en la elaboración de sopa, galletas o pan, mientras que para otras era inconcebible la simple idea de ingerirla.
Así, mientras que los egipcios la consideraron una hierba dañina que perjudicaba el crecimiento de otros granos, y los griegos y romanos la menospreciaron al dar preferencia al consumo de trigo, centeno y cebada, los germanos y sajones, del norte de Europa, así como los árabes e hindúes, de Asia central y occidental, fueron sus asiduos consumidores y los responsables directos de su selección, mejoramiento y difusión.
La historia ha puesto poco a poco las cosas en su lugar, por lo que ahora sabemos que consumir avena es un hábito saludable debido a la gran cantidad de nutrientes y energía que contiene, sin olvidar su capacidad para aliviar trastornos digestivos y amortiguar los efectos del estrés. Asimismo, cuenta con propiedades protectoras e hidratantes que le han convertido en ingrediente ideal para la elaboración de productos que cuidan la piel con delicadeza.
Alto valor para la salud
*Proteínas. La avena tiene seis de los ocho aminoácidos (componentes esenciales de las proteínas) que requiere el ser humano para regenerar tejidos y crear hormonas, lo cual es muy considerable si se compara con el trigo, que contiene sólo uno, o la cebada y el centeno, que no poseen uno solo.
*Grasas. La composición de este cereal incluye aceites insaturados y ácido linoleico, mismos que, a diferencia de las grasas de origen animal, son fáciles de asimilar y saludables.
*Hidratos de carbono. Son sustancias que proporcionan energía; en concreto, los que posee la avena son de lenta absorción, por lo que ayudan a mantener niveles de glucosa estable y evitan la sensación de sueño que se presenta entre desayuno y comida, ocasionada porque el cerebro y músculos cuentan con pocos azúcares para realizar sus funciones (hipoglucemia). También ayudan a soportar mejor la fatiga que se genera al someterse a estrés.
*Vitaminas y minerales. Entre todos los cereales, la avena es el que más de estos nutrientes aporta. Vitaminas E, B 1 , B 2 , B 3 y B 6 , además de calcio, hierro, zinc, fósforo, magnesio, potasio, cobre y sodio están presentes en grandes cantidades.
*Fibra. Bajo este nombre se conoce a una familia de carbohidratos que ha acaparado la atención en tiempos recientes, pues aunque su aportación nutricional es mínima ayuda a mejorar la digestión, previene estreñimiento y reduce la absorción del colesterol dañino.
*Betaglucanos. Son componentes que absorben grasa, colesterol y ácidos biliares, por lo que ayudan a desecharlos y a evitar que sean absorbidos durante la digestión.
Todo lo anterior hace que la avena cuente con numerosas aplicaciones y ventajas:
Es ideal para personas que sufren desgaste físico por su actividad, como deportistas, niños o estudiantes, y para quienes se sienten cansados, sin fuerza y con estrés. Ello se debe a sus carbohidratos, utilizados por el organismo para obtener energía, y a las vitaminas del complejo B, que contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso y calman la ansiedad.
No engorda e incluso ayuda a controlar el peso, debido a que contiene fibra que sacia el apetito durante largo tiempo y ayuda a disminuir la asimilación de grasas en el intestino.
Es un buen aliado contra estreñimiento, diarrea y ardor estomacal, gracias al efecto protector de fibra y betaglucanos en las paredes de intestinos y sistema digestivo en general.
Impide la asimilación excesiva de colesterol, de modo que contribuye a evitar problemas circulatorios como arterosclerosis (acumulación de grasa en venas y arterias), que es factor de riesgo para padecer infarto cardiaco.
Puede formar parte de la dieta del paciente con diabetes, pues regula los niveles de azúcar en sangre y favorece la actividad del páncreas (glándula encargada de generar insulina).
Contribuye al desarrollo del feto durante el embarazo y estimula la producción de leche materna rica en vitaminas y minerales.
Diversas presentaciones
La manera más común de encontrar la avena en supermercados es en hojuelas o copos, que no son otra cosa que la semilla aplastada y con cascarilla, de modo que conserva sus propiedades. Se pueden comer crudas o cocidas, y solas o en combinación agua, verduras, frutas y yogur, sólo por citar algunos ejemplos, aunque lo más habitual es prepararlas con leche y azúcar, o encontrarlas como ingrediente destacado en galletas, pan multigrano y papillas para bebés.




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