viernes, junio 05, 2009

" Crisis mundial de la leña "


. . . .La leña es la madera utilizada para hacer fuego en estufas, chimeneas o cocinas. Es una de las formas más simple de biomasa.
La crisis de la leña como combustible es un tema que parece afectar sólo a gente de países pobres o de zonas rurales aunque realmente no es así.
¿Quién utiliza todavía leña como combustible?
Para la gente del primer mundo cocinar con leña es una cosa del pasado o que se puede hacer puntualmente como algo festivo. Normalmente se cocina con gas o con cocina eléctrica ya que son más limpias, rápidas y no se necesita estar trayendo ni almacenando leña. Además con el crecimiento de las ciudades la leña ya era algo inviable tanto por el riesgo de incendios como por la incapacidad de abastecer a todo el mundo de un modo rápido y práctico.
En cambio se calcula que aproximadamente en el 40% de los hogares de Latinoamérica, 80% de África y en un 70% de los de Asia la gente aún utiliza la leña como combustible básico. Por supuesto estamos hablando básicamente de las zonas rurales.
. . . .La crisis de la leña como combustible
.El problema es que si por un lado la población mundial está creciendo, en cambio la superficie de los bosques se está reduciendo debido a su tala para obtener leña como combustible, a efectos climáticos como la sequía (y los incendios que suele ocasionar) y por supuesto a la deforestación producida por los hombres (para habilitar cultivos, viviendas, carreteras, etc.).
Como afecta a las familias la crisis de la leña como combustible
El problema es que a más deforestación menos lluvias y menos capacidad para recuperarse los bosques restantes. Al final cada vez los bosques están más lejos y las mujeres y los niños (los encargados de que no falte leña) deben de dedicar más horas a buscarla. Eso hace que la gente pueda dedicar menos horas a estudiar o a otras dedicaciones más productivas empeorando así su calidad de vida y sus posibilidades de salir adelante.

. .A nivel global, 2.3 mil millones de personas todavía dependen de la biomasa para cocinar y calentarse y millones de personas venden leña y carbón para ganar dinero. El consumo de leña en Asia ya llegó mas o menos a su tope, pero en África y América Latina todavía crece rápido. Ha habido una tendencia general a usar carbón en lugar de leña.
Cortar madera para leña raras veces causa mucha deforestación, excepto cuando se trata de la producción comercial de leña cerca de las grandes ciudades. De hecho, mucha de la leña sale como un sub-producto de la expansión agrícola. Los intentos de los gobiernos de cobrar impuestos y regular la recolección de la leña suelen fracasar, ya que a menudo el bajo valor del producto no justifica gastar mucho en hacer cumplir las reglas.
Tanto la leña como el carbón siguen siendo vitales para una enorme cantidad de gente. Los gobiernos pueden ayudar quitando varios cobros y trabas regulatorias y reduciendo subsidios que desincentivan la siembra de árboles. Deben apoyar el manejo forestal comunitario, pero teniendo cuidado de respetar los derechos de los grupos más pobres y menos poderosos dentro de las comunidades.

Las cocinas solares
La solución más lógica sería la de una explotación racional de los bosques así como una buena política de reforestación pero eso no quita que de forma conjunta se potenciaran las cocinas solares. Las cocinas solares ya son hoy en día una alternativa o solución real para combatir o paliar la crisis de la leña como combustible ya que:
* Son muy baratas ya que no utilizan ningún tipo de combustible. Disminuyen la dependencia y el consumo de una energía externa (el petróleo y el gas) cada vez más cara.
* Son muy fáciles de usar y generan calor inagotable para cocinar.
* Permiten ahorrar horas de trabajo buscando leña, mejorando así la calidad de vida de mujeres y niños (pueden dedicar más horas a su formación).
* Ayudar a disminuir la emisión de CO2 a la atmósfera.

Fuentes: [1], [2].

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